En un giro político inesperado, el economista libertario Javier Milei emerge como el Presidente electo de Argentina con un contundente 55.95% de los votos en el balotaje, superando a su rival Sergio Massa. Nacido el 22 de octubre de 1970, Milei, de 52 años, se ha destacado no solo por sus propuestas económicas radicales sino también por su crítica directa a la «casta política».
Con una trayectoria como economista y amante de los perros, Milei ha sacudido el escenario político con propuestas que van desde la dolarización de la economía hasta la privatización de empresas estatales y la clausura del Banco Central. Sus seguidores, principalmente jóvenes descontentos con la política actual, resonaron con su enfoque disruptivo.
¿Qué propone Milei?
Milei propone dinamitar el Banco Central como respuesta a la alta inflación que afecta a Argentina, argumentando que la creación de esta entidad en 1935 fue el origen de los problemas económicos del país. También aboga por una drástica reducción en el gasto público, sugiriendo la disminución de ministerios presidenciales de 18 a solo ocho.
Sin embargo, estas propuestas han generado fuertes críticas. Expertos económicos señalan que el cierre del Banco Central podría poner en riesgo la estabilidad financiera, y la reducción abrupta del gasto público podría tener consecuencias negativas.
En el ámbito social, Milei ha abogado por propuestas controvertidas, como la legalización de la compraventa de armas y la venta de órganos, esta última recibiendo fuertes críticas del director del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
En educación y salud, Milei propone fusionar ambos ministerios en uno solo, llamado «Capital Humano», con recortes en gastos y la implementación de un «seguro universal» en salud. Además, aboga por un sistema de «vouchers» en educación, donde la asistencia a las escuelas no sería obligatoria ni gratuita, generando oposición en varios sectores.
A pesar de su victoria electoral, Milei enfrenta investigaciones judiciales por presunta venta de apoyo a candidaturas regionales, acusaciones que podrían afectar su inicio en la presidencia. Su ascenso plantea desafíos significativos y deja a Argentina ante un futuro político y económico incierto bajo la dirección de un presidente con propuestas innovadoras pero polarizantes.
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