La crisis por sequía en México ha llevado a la 75 Legislatura de Michoacán a tomar medidas decisivas para abordar el problema del desabasto de agua. En respuesta a esta situación apremiante, los diputados han aprobado reformas a la Ley del Agua y Gestión de Cuencas del estado. La propuesta, presentada por el diputado Víctor Manríquez, recibió el respaldo unánime de las Comisiones Unidas de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente, así como de la de Fortalecimiento Municipal y Límites Territoriales.
Esta reforma introduce el artículo 110 bis, que establece la obligación tanto para instituciones públicas como privadas, así como para los usuarios de agua de primer uso, de promover la reutilización del agua residual tratada. Se fija como meta mínima el reúso del 30% del volumen de agua utilizado, con un plazo máximo de tres años para su implementación gradual en diferentes niveles.
El uso de agua residual tratada estará permitido en una variedad de contextos, incluyendo servicios públicos como el riego de áreas verdes, llenado de canales y lagos recreativos, abrevaderos y vida silvestre, entre otros. También se contempla su utilización en la industria para fines de equipamiento, enfriamiento de motores de calderas, limpieza de áreas de servicio y sanitarios, así como en la limpieza en edificios corporativos, entre otros usos.
La aprobación de estas reformas se presenta como una medida crucial para abordar la crisis hídrica, proteger los recursos acuáticos y mejorar la salud pública en Michoacán. Además, se espera que estas acciones contribuyan a la conservación de la biodiversidad y al desarrollo sostenible en la región. Con esta iniciativa, la legislatura busca enfrentar de manera proactiva los desafíos planteados por la sequía, asegurando un uso más eficiente y responsable del agua en el estado.
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