Es fundamental en cualquier organización el mostrar cómo ser un buen líder a todos los liderazgos del equipo.
Cada vez más empresas públicas y privadas están interesadas en colaborar con perfiles de liderazgo, porque un líder puede ser un buen jefe, pero un jefe no necesariamente es un buen líder.
El liderazgo es una cualidad imprescindible para ser líder, cualidad que se construye a partir de la actitud, el carácter, la capacidad de comunicación y la colaboración. Es momento de desmitificar que se nace siendo líder, porque no es así. En cambio, un jefe sí, ellos nacen a partir de una posición jerárquica; lo cual no es menos válido o deseable.
Un líder y un jefe tienen la misma capacidad de influir en su equipo de trabajo, pero ¿en qué radica la diferencia? en la voluntad del grupo al efectuar las tareas asignadas. Un jefe no siempre cuenta con la credibilidad y confianza de su personal para hacer las cosas a voluntad; un líder, en cambio, siempre va a contar con el apoyo de su equipo y lo hará sentir satisfecho ¿cómo lo logra?
Se adapta y pone a la altura.
Ni más, ni menos. Un líder debe adaptarse a la altura de cualquier individuo, ya sea al líder de otra empresa o al integrante de trabajo. La soberbia y los aires de superioridad solo generan un ambiente laboral negativo.
Es una persona auténtica.
¿Qué mejor que ser uno mismo? Ser auténtico es una forma sincera e íntegra de presentarse. Intentar seguir modas o actuar de acuerdo a viejas costumbres con tal de ser aceptado no es propio de un líder. Incluso, no ser auténtico podría ser reflejo de una mala autoestima.
Conoce los alcances y limitaciones de su equipo de trabajo.
Es cuestión de estrategia saber contextualizar los alcances y limitaciones de su grupo, ya que permitirá tener los pies en la tierra para que nada salga de control.
Utiliza comunicación asertiva y genera confianza.
Se trata de comunicar de forma clara, precisa y respetuosa un punto de vista. La comunicación es una herramienta importante para un líder, puesto que con ella lograra delegar y dar seguimiento a las tareas por realizar.
Se prepara constantemente para tener credibilidad.
La credibilidad de un líder reside en el dominio técnico del área y el horizonte de conocimiento. Es necesario someterse a una preparación constante.
Satisface necesidades, no deseos.
El ser humano simplemente se aburre, se cansa o se fastidia cuando sus necesidades no son debidamente satisfechas. Por eso un líder debe priorizar las necesidades de su equipo de trabajo, las cuales pueden ir desde necesidades fisiológicas, hasta las necesidades de autorrealización.
Sabe recibir retroalimentación.
Un líder escucha atentamente lo que otra persona tiene que decir, hace las preguntas necesarias para clarificar cualquier punto y se pregunta cómo puede hacer las cosas diferentes en el futuro.
Autor: Patricia Huerta
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