El pasado jueves arrancó el octagonal final de la CONCACAF. La pelea por esos 3 boletos y medio al mundial de Catar 2022.
Cuando arrancan estas eliminatorias siempre comenzamos a escuchar: “México clasificará al mundial caminando” o “México es el grande de la CONCACAF”. Ese tipo de frases pueden ser ciertas en cierta medida, lo digo de esta forma, porque la evolución futbolística en Estados Unidos ha sido más rápida que en México. Aunque todavía el juego colectivo de nuestro país es superior.
Esto lo digo con la finalidad de exhibir la realidad del futbol mexicano.
Cuando entendemos que por ubicación geográfica participamos en una de las zonas más débiles en cuanto a nivel futbolístico se refiere, entramos en el conformismo de decir “Somos los grandes de la CONCACAF”, pero eso ¿Qué relevancia tiene? Depende de a quien le preguntes, te dirá que es bueno, porque eso garantiza la presencia de México cada 4 años en el mundial. Por ese lado tienen razón, sin embargo, esto ya no es de clasificar, es de trascender.
Cada 4 años se canta la misma historia…
“Esta generación es la buena” “Ahora si se llega al quinto partido”. Ese tan famoso quinto partido, que representa la ronda de cuartos de final. Ronda a la que México ha sido incapaz de clasificar desde hace 35 años, cuando en el mundial de 1986, disputado en nuestro país, se perdió en tanda de penales ante Alemania en el duelo por los cuartos de final.
Hemos tenido momentos en donde nos hemos quedado en el “ya merito” pero, ese es el problema. La mentalidad del mexicano, esa que, en vez de pensar en ser campeones del mundo, y que poco a poco haga que la planeación sea generada para objetivos más grandes, se conforma con ese partido para estar dentro de los mejores 8 del mundo.
Es todavía más difícil asimilarlo, cuando el primer paso ya está dado. México es potencia en mundiales y torneos con límite de edad, con excelentes resultados en Mundiales sub-17, mundiales sub-20 o incluso procesos olímpicos, que han otorgado medalla en 2 de los últimos 3 Juegos Olímpicos, sin embargo la falla está en esa transición de los proyectos exitosos, que viene del trabajo principalmente de los directivos de clubes de primera división, donde si no se les da la oportunidades a los jóvenes que han dado esos resultados a niveles juveniles, México seguirá siendo el “gigante” estancado.
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