Una nueva forma de inmersión a la participación democrática, que enfrentan nuestros jóvenes hoy en día en tiempos de pandemia debido al COVID-19 • Brenda Meléndez | Juventudes Escribiendo

Como bien sabemos el día de hoy tanto ciudadanas como ciudadanos nos enfrentamos, a un enemigo común el cual denominaremos COVID-19, ya que resulta ser una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.

Por lo anterior antes mencionado es necesario tomar en cuenta que, si bien estamos en confinamiento para salvaguardad nuestro derecho a la salud y poder hacer frente a esta situación que enfrenta el mundo y nuestro país, también lo es que, el pasado mes de septiembre de 2020 inicio el Proceso Electoral para renovar la Cámara de Diputados y diversos cargos en los 32 estados del país, y esto provoca incertidumbre de cómo serán llevadas dichas elecciones rumbo al 6 de junio del próximo año.

Si bien nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 35 establece que los ciudadanos tienen el derecho de votar en las elecciones populares y ser votado para todos los cargos de elección popular, ¿Qué nos garantiza que efectivamente será así en tiempos de pandemia?, recordemos que en elecciones pasadas el libre acceso al voto se ha visto menoscabado a causa, de la diversidad de delitos electorales que se cometen en el mismo llámense el solicitar votos en favor de un candidato o de un partido, suplantación de identidad, etcétera.

Así mismo entendemos que nuestra propia constitución nos menciona en su artículo 41 constitucional que los principios que deben orientar al proceso electoral son los de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, pero siendo honestos hoy en día el sector más afectado en dichas elecciones son las y los jóvenes ya que estamos enfrentando una nueva forma de inmersión a la participación democrática en tiempos de pandemia debido al COVID-19.

Por lo tanto, esta nueva inmersión la percibimos como la introducción de un nuevo agente extraño a nuestro sistema democrático el cual puede llegar a fracturar los principios generales que debe de tener todo proceso electoral legal, dado que, si anteriormente era complicado cuidar esa legalidad en el proceso, que nos garantiza que, debido a la falta de personal este proceso no se convierta en un escenario de impunidad.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de la Revista Líderes Generando Líderes o de alguno de sus integrantes.

Por: Brenda Meléndez Veraza, 26 años, Ciudad de México

Licenciada en derecho por parte de la facultad de derecho de la UNAM. Ha laborado en con el instituto de jurídicas de la UNAM en materia de derechos de las juventudes en procesos electorales.

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