“Hemos trabajado con muchas personas diferentes en nuestras colecciones, pero esta vez queríamos otro tipo de colaboración; buscábamos a alguien que viera Dior desde un punto de vista diferente. Me encanta el trabajo de Eli Russell Linnetz, y la oportunidad de trabajar con un diseñador más joven en Dior Men y ver las cosas desde su perspectiva ha sido increíblemente inspiradora. La experiencia ha resultado tan familiar como reveladora, y ha reafirmado la razón original por la que ambos soñamos con trabajar en moda”. Kim Jones
“Empezamos a explorar el archivo de Dior del año de mi nacimiento, 1991. Por aquel entonces, Gianfranco Ferré era el director artístico, y es una parte de la historia que Kim y yo tenemos muy reciente. La idea del maximalismo viene de ahí y de mí: una combinación de caos y perfeccionismo. A través de la colección se observa una colisión de momentos en el tiempo y la historia, de encuentros intergeneracionales y espaciales”. Eli Russell Linnetz, ERL
Una noche de primavera en Windward Avenue en Venice, California. Aquí, en una calle icónica que ha servido de decorado en numerosas películas, se fusionan el arte y la vida, y se establece el papel del arte y de la moda en la dirección artística de lo extraordinario. Las siluetas emergen de la fusión entre el savoir-faire de la alta costura parisina y la cultura pop californiana, entre Venice Beach y el 8ème arrondissement, entre la perfección y la subversión, atemperadas con una sincera apreciación de todo lo que nos rodea.
El flujo temporal de la moda, donde generaciones sucesivas se inspiran entre ellas, adquiere un tono más formal con Kim Jones, director artístico de las colecciones para hombre, que en esta ocasión ha elegido colaborar con Eli Russell Linnetz, director creativo de ERL, en su última colección para Dior.
Cada diseñador reinterpreta y reaviva la Maison mediante la combinación de su autobiografía y la de la legendaria línea de predecesores, que han sido directores artísticos de las colecciones para hombre y para mujer después de Christian Dior. La historia de Venice, donde Linnetz nació y se crio, salpica las prendas del mismo modo que ocurre con la firma de París. Una sensibilidad pop y los arquetipos masculinos estadounidenses impregnan los motivos clásicos de la Maison. El Cannage se plasma sobre satén y la piel acolchada adorna sneakers de skate o pantalones con cristales incrustados.
La precisión de la sastrería y el dominio de los tejidos del atelier transmiten una sensibilidad relajada, en particular en los looks acolchados de poliéster recuperado del mar, que evocan el archivo Ferré-Dior. Los diseños de sastrería invertidos en el gris favorito de Christian Dior son tanto un guiño a la primera colección de Kim Jones para la Maison como una versión de las americanas que lucía el príncipe más famoso de Bel-Air.
El oropel cobra protagonismo por sus connotaciones navideñas y por la precisión y el savoir-faire característicos con los que Dior lo trabaja: aparece como sustituto de la tradicional peletería en una nueva versión del bolso Saddle. Al Saddle también se le rinde homenaje con un nuevo “minaudière para hombre” dorado, y lo que podría ser una dramática capa de ópera, diseñada con un patchwork de camisas a cuadros y camisetas de deporte, realizadas siempre por el atelier, sirve como accesorio de playa o como manto real hollywoodiense.
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