LOS ROBOTS INCORPORADOS EN ESTADOS UNIDOS PRODUCEN UN EFECTO NEGATIVO EN EL EMPLEO Y LOS SALARIOS DE BRASIL Y COLOMBIA, PERO EL IMPACTO ES POSITIVO EN MÉXICO.
Las nuevas tecnologías adoptadas en países desarrollados están teniendo un impacto en los mercados laborales de América Latina y el Caribe. Así lo establece el nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ¿Cuál es el impacto de la automatización en el empleo y los salarios? , que presenta un análisis inédito de cómo el comercio internacional está transmitiendo los efectos de la automatización en Estados Unidos hacia los mercados de trabajo de la región.
Hasta hace poco, América Latina y el Caribe había quedado al margen del debate sobre los profundos cambios que está experimentando el mercado laboral global debido a la incorporación de la robótica y la inteligencia artificial. Una de las razones principales es que, al menos hasta antes de la pandemia del COVID-19, la adopción tecnológica en la región había sido relativamente lenta. Sin embargo, de acuerdo con el reporte, las transacciones internacionales de bienes y servicios que caracterizan a las economías globalizadas hacen que se deba tomar en consideración no solo la automatización en un país determinado, sino también en un marco global. Así, el estudio resalta que los robots incorporados en Estados Unidos producen un efecto negativo en el empleo y los salarios de Brasil y Colombia, pero en México, cuya economía está más vinculada con la estadounidense, el impacto es positivo.
Los grupos históricamente más vulnerables son los que se ven más afectados por la tecnología, destacando las mujeres, los adultos mayores y las personas que trabajan en firmas pequeñas.
“La automatización, al reducir la necesidad del trabajo humano y, por tanto, los costos laborales de producción, está provocando que lo que antes se producía en economías en desarrollo vuelva a producirse en países desarrollados”, explica Laura Ripani, especialista principal de la División de Mercados Laborales del BID y coautora del reporte. “Este desvío de producción hacia economías desarrolladas impacta negativamente al empleo en nuestra región. Sin embargo, es posible que este fenómeno también aumente la productividad de la producción estadounidense y esto aumente la demanda de insumos intermedios producidos por nuestros países, beneficiando al empleo regional de manera indirecta. El efecto final dependerá entonces de varios factores, incluyendo cuan cercana es la relación comercial entre Estados Unidos y cada país de América Latina”.
Para maximizar las oportunidades y afrontar los riesgos asociados con el impacto de la automatización de los países desarrollados, el estudio resalta la importancia de tener una agenda de políticas que permita identificar los sectores que se verán más afectados directa e indirectamente. Igualmente, se recomienda desarrollar planes de carrera y de formación para adecuar las habilidades de los trabajadores, de modo que puedan transitar desde ocupaciones cuya demanda está en declive hacia las que se encuentran creciendo. Por último, el estudio insta a los Gobiernos de la región a acompañar a los trabajadores en sus transiciones laborales, brindándoles apoyo a la protección contra riesgos, apoyándolos con formación profesional y conectándolos a buenas oportunidades de empleo.
¿Cuál es el impacto de la automatización en el empleo y los salarios? es la séptima entrega de la serie El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe, con la que el BID busca agregar nuevos datos que permitan reflexionar sobre cómo la región puede aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos relacionados con la cuarta revolución industrial.
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