La Atlántida: el Paraíso Perdido que Mencionó Platón

La Atlántida

Cuando hablamos de sitios míticos perdidos en el tiempo, la legendaria Atlántida es la más famosa. Este mito ha capturado la imaginación de la humanidad y sigue siendo un tema fascinante.

Millones de personas creen que esta utopía fue real, que existió y que ahora está sumergida en algún lugar del Océano Atlántico, esperando ser redescubierta.

A continuación, te contamos algunos de los detalles más destacados sobre este mito.

La Atlántida, ¿Isla o Continente?

A este mítico lugar se le ha descrito de muchas maneras. No se ha llegado a especificar por completo si se trata de una isla o un continente.

¿Cómo Surgió el Término «Atlántida?

El nombre deriva de «Isla de Atlas».

Antecedentes del Mito

En los diálogos de Platón, la Atlántida se describe como una civilización avanzada que cayó en desgracia cuando sus líderes intentaron invadir Grecia. Como castigo por su ambición, Platón relata que los dioses desataron desastres naturales que sumergieron a la civilización en el mar, eliminando su poder por completo. A pesar de que los diálogos de Platón sugieren que la ciudad era una creación ficticia, y los personajes insisten en que la historia era, en el mejor de los casos, un rumor. La creencia de que era un lugar real, cuyos restos podrían contener evidencia de una civilización perdida y avanzada, ha persistido a lo largo del tiempo.

Platón

Muchos siglos después de la muerte de Platón, la leyenda de la Atlántida resurgió. Primero apareció en los escritos de filósofos cristianos y judíos, y más tarde en obras especulativas de autores como Sir Francis Bacon. Su novela, «La Nueva Atlántida», publicada póstumamente en 1626, describe una sociedad utópica en una isla del Pacífico, donde sus habitantes son cultos, humanos y profundamente cristianos.

Relatos que Podrían Explicar su Existencia

En cierto punto de la historia, los europeos se enfrentaban a un cambio radical en su visión del mundo, que se estaba expandiendo drásticamente con el aumento de los contactos entre europeos e indígenas en toda América y el Pacífico durante la Era de las Exploraciones.

«El mundo occidental estaba desesperado por comprender cómo podían existir nuevos continentes con habitantes, de dónde venían y cómo encajaban en la historia bíblica o clásica», afirmó Anderson. Él analizó a la Atlántida en su próximo libro «Weirding Archaeology» («Arqueología Extraña»). Reconoció que los pueblos indígenas podían haber desarrollado civilizaciones propias y los europeos utilizaron la historia de la Isla de Atlas como posible explicación de las estructuras y sociedades que encontraron en América.

Isla Mítica

Charles de Bourbourg, un sacerdote francés que recopiló textos mesoamericanos y relacionó la civilización maya con una Atlántida real. Los escritos de Bourbourg inspiraron a Augustus Le Plongeon, un arqueólogo británico-americano que intentó encontrar la Atlántida en Yucatán a finales del siglo XIX.

Otro importante seguidor fue Ignatius Donnelly, un escritor y político estadounidense. Su libro «Atlantis: The Antedeluvian World» (Atlántida: el mundo antediluviano), publicado en 1882, presentó una teoría unificada de dicho mito como un continente perdido. Este continente fue destruido por el mismo Diluvio Universal descrito en la Biblia. Según Donnelly, los habitantes de Atlántida, avanzados tecnológicamente y sobrehumanos, habrían dado origen a las civilizaciones modernas en todo el mundo.

La Utopía Sumergida

Durante el Renacimiento, los estudiosos europeos volvieron a explorar los textos clásicos, y la leyenda de la Atlántida resurgió con fuerza. Varios autores de la época adoptaron la idea de un paraíso perdido, influenciados por las visiones utópicas. Esta renovada fascinación por la mítica isla se convirtió en un símbolo de la búsqueda de una sociedad perfecta y perdida en el tiempo.

Isla de Atlas

Lo que se Sabe en la Actualidad

Hasta la fecha, la mítica isla (o continente) no ha podido catalogarse como una realidad. Probablemente, nunca llegue a confirmarse o desmentirse, pues explorar las profundidades marinas es sumamente complicado.

Sin duda alguna, es uno de los mitos más conocidos y seguirá dando de qué hablar en los próximos años.

 

 

 

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*