Hace tiempo que en algunos sectores productivos, como el sector wellness, se ha puesto sobre la mesa el tema de la economía verde.
El pasado 22 de abril conmemoramos el 50 aniversario del Día de la Tierra, una fecha que ha coincidido con la emergencia sanitaria a nivel mundial y una nueva crisis del petróleo.
Por tal motivo, es una oportunidad para considerar este confinamiento como un período de reflexión sobre nuestra responsabilidad y convivencia con la naturaleza. Tratar de alcanzar un desarrollo sustentable que nos permita tener un mejor estilo de vida y un bienestar compartido con nuestro entorno natural.
Hace tiempo que en algunos sectores productivos, como el sector wellness, se ha puesto sobre la mesa el tema de la economía verde.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) define la economía verde como aquella que da lugar al mejoramiento del bienestar humano y social, bajo los siguientes parámetros: relación entre la inversión y el crecimiento de sectores verdes; medición de impacto del desarrollo entre la extracción y el agotamiento de los recursos; y el acceso de la población a servicios que garanticen y ayuden en su bienestar integral.
Es en este último parámetro en el que el sector wellness debe ser un referente y fortalecerse en los siguientes años para poder poner al alcance de la mayoría de las personas los servicios que beneficien su salud integral.
Y para muestra, en esta contingencia hemos visto la adaptación de profesionales del wellness en plataformas digitales, desde las cuales brindan clases de yoga, pilates o acondicionamiento en casa. Con este tipo proyectos virtuales podemos pensar en nuevos canales, y estrategias, que promuevan la cultura wellness colectivamente.
Por ejemplo, en Estados Unidos, más de 350,000 profesionales del fitness (según CNN Noticias USA) que han perdido su empleo durante la contingencia lograron migrar sus actividades, y mantener a sus clientes, mediante las redes sociales en las que imparten sus clases regulares, clases rápidas de 15 minutos y asesorías en línea.
Además, otros profesionistas brindan apoyo personalizado a través de plataformas y aplicaciones móviles especializadas, es el caso de psicólogos, nutriólogos, fisioterapeutas, entre otros. Esto permite que muchas personas puedan continuar con sus respectivos tratamientos más allá del confinamiento, y permitir una mayor visibilidad a este tipo de servicios para muchas personas que posiblemente vayan a requerirlos.
Este tipo de acciones permiten que el sector muestre su capacidad de flexibilidad y reinvención. También, abre una puerta para mitigar un poco el impacto del desempleo provocado por la pandemia, y genera nuevas oportunidades para muchas empresas y profesionales wellness que tendrán que innovar en sus formas de trabajar.
Por otra parte, la industria wellness deberá invertir en investigación de nuevos productos naturales que se ajusten a la demanda sin afectar los medios naturales que los producen.
También, será clave invertir en estudios de medio ambiente más detallados que sirvan para mejorar temas de infraestructuras autosustentables, y que se utilicen como guía cuando se desarrollen complejos turísticos en espacios naturales (en su modelo de negocio).
También, las nuevas construcciones autosustentables serán imprescindibles en el desarrollo de vivienda particular y en la construcción de otros complejos. Esta nueva arquitectura wellness será parte de los nuevos cambios que se implementarán en oficinas para crear áreas de relajación y esparcimiento.
Esta combinación del sector wellness con la economía verde pueden generar nuevas oportunidades como servicios ambientales en las que se que se fortalezcan las cadenas de valor ¨verdes¨. Además, crear nuevas ofertas de empleo con un enfoque más natural y especializado.
info@getwelltalent.com
Dejar una contestacion