El futuro de la selección mexicana.

Es bien sencillo decir que con el simple hecho de calificar a la copa del mundo es suficiente, pero ¿Lo es?

A la mitad de las eliminatorias me quedan claro dos cosas con la selección mexicana. México estará en la copa del mundo, pero si siguen jugando así probablemente no se llegue ni a octavos de final. Fase a la que México ha llegado permanentemente desde 1994.

El juego que desempeña la selección de Martino no solo es:

Esta semana quedaban claro 2 cosas antes de las visitas a Estados Unidos y Canadá. Era la semana más difícil de toda la eliminatoria y sumar en estos juegos era vital para el proceso de un técnico que en TODOS los momentos importantes con esta selección ha fallado. Aquí encontramos otra consistencia, volvió a fallar.

Malo, pues lo único que podemos decir que es consistente en su estilo de juego son argumentos negativos. No tiene gol, dependen mucho de cómo esté el Chucky, no se tiene clara la central y Ochoa siempre tiene que salvar el barco. ¿Qué me faltó? Dudo que encontremos algo positivo.

 

¿Ese es el proceso que queremos para el mundial de 2022?

La federación no terminará el proceso porque le tienen respeto a la trayectoria de Martino, no a su presente, además saben que es una carta por la que ellos mismos apostaron, por lo que si el proceso sale mal, ellos también se ven mal.

Lo más preocupante de la historia es que México no volverá a visitar Estados Unidos para un duelo de eliminatoria mundialista en más de 7 años, de cara al mundial de 2030, donde solo algunos de los que vemos hoy en el proceso actual seguirán. Tal vez algunos de los medallistas de Tokio y seguramente algunos de estos ya no figurarán en selección mayor para ese entonces y los que hoy vemos como las promesas serán las nuevas vacas sagradas.

La idea de la federación es mantener el proceso actual hasta la copa del mundo en la que México será “Local”, si, incluso en los Estados Unidos. Si este proceso se respeta hasta ese entonces, hay que olvidarnos de hablar de quintos partidos, no porque no haya calidad, sino porque las ideas de juego serán muy similares a las que vemos ahora. Además de que al paso que vamos, veremos a la mitad de la selección, entre México-Americanos y demás naturalizados, que a decir verdad muy pocos de ellos realmente aportarán algo distinto al futbol mexicano. Ah y por si fuera poco un nivel aún más pobre en la liga local.

Así que no, no me convence la idea de pensar en que un ex técnico del Barcelona tenga en sus manos las aspiraciones futbolísticas de nuestro país, por los próximos 5 años, o por lo menos no este.

 

Por Santiago Vazquez.

Periodista y analista deportivo.

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