Atrévete A Romper El Techo de Cristal: Acciones Para Lograrlo.

Por: Greta Flores – Directora Legal EUA, Mex, Centroamérica y Caribe en British Telecom

Durante las últimas décadas, puntualmente en el Siglo XXI, las oportunidades laborales para el género femenino se han abierto y han estado disponibles más que en cualquier otro momento de la historia. Sin embargo, también es cierto que aún nos enfrentamos al llamado “techo de cristal”, concepto que surge en Estados Unidos durante los años 70, haciendo referencia a una metáfora que, de acuerdo con Katherine Lawrence, describe la disparidad existente entre la política de ascenso y las oportunidades existentes en el entorno laboral. Esto, debido a que, en la mayoría de las ocasiones, las mujeres llegan a un nivel de gerencia media deteniéndose en ese punto, sin acceder a la alta dirección, coloquialmente conocida como la “cima”.

En la actualidad, es posible y, sobre todo necesario, seguir avanzando como género, para lo cual, requerimos desarrollar y fortalecer la voluntad, así como elementos suficientes para atreverse a romper el “techo de cristal”. Así pues, de acuerdo con mi experiencia, les comparto las que hasta el momento considero han sido las principales bases y acciones para llevarlo a cabo.

En primer lugar, es esencial visualizar en dónde se quiere estar a nivel profesional, con base en los propios intereses, habilidades y personalidad; teniendo siempre la certeza de que es posible, por lo cual, es indispensable el autoconocimiento para elegir el tipo de industria y ambiente adecuado para un buen desarrollo. De esta manera, es factible establecer metas claras; sin embargo, también es de suma importancia ser flexible, fluir y saber adaptarse en caso de que acontezca alguna situación o giro inesperado que llegase a modificar los planes trazados.

Unos meses antes de comenzar a desempeñar mi cargo actual, una persona que ha sido clave en mi desarrollo profesional me dijo: “Cree en ti, porque si no crees en ti, nadie más lo hará”. Esto es algo básico, ya que, a pesar de que el contar con una red de apoyo formada por seres queridos y colegas que proporcionen ánimo y aliento representa un apoyo muy significativo; lo principal es creer en ti misma, pues tendrá como consecuencia el desarrollo de una confianza sólida, lo que conlleva a reconocer tu capacidad y valor, trasmitiéndolo a su vez a los que te rodean.

Así pues, el desarrollo de la confianza te impulsará a alzar la voz y expresar tus conocimientos, opiniones e ideas ante cualquier foro, sin caer en la intimidación o complejo de inferioridad; a pesar de que puedas llegar a enfrentarte a diversos obstáculos como, por ejemplo, la falta de credibilidad por parte de algunos individuos – personalmente lo he vivido con hombres y mujeres – debido a elementos banales como el género o la edad. De esta manera es posible aportar y contribuir, incluso sin limitarte a tu área de expertise, lo cual te llevará a ser capaz de generar un valor agregado en donde sea que te encuentres, obteniendo así la clave para destacar.

En cuanto a la competencia a nivel profesional, esta se ha incrementado de manera exponencial, por lo que, al igual que las acciones anteriores, la preparación académica y especialización son un elemento primordial para ser capaz de competir en los más altos niveles. Es importante evitar los pretextos y excusas, tales como, falta de tiempo o recursos económicos, pues siempre hay diversas opciones y medios para lograrlo como, por ejemplo, el acceso a programas en línea y becas por mérito académico o profesional.

Si bien creo firmemente que es el propio trabajo el que habla por ti, no habiendo mejor manera de demostrar las habilidades y cualidades a nivel profesional, existen otros factores que contribuyen enormemente al posicionamiento. Me refiero a contar con un mentor y un sponsor, quien se asumirá como guía y promotor, respectivamente; pudiendo concentrarse ambos papeles en una sola persona o en distintas, lo cual tendrá como resultado la formación de un valioso equipo y plataforma en tu carrera profesional.

Continuando con el tema de trabajo en equipo, es imprescindible formar alianzas entre mujeres, pero de igual manera con el género masculino, pues más allá de inmiscuirnos en una competencia, o incluso, en una lucha de género, misma que desafortunadamente se encuentra en voga, debemos generar un aprendizaje mutuo, logrando sinergias que tengan como resultado equidad e igualdad de oportunidades bajo las mismas condiciones, así como un constante crecimiento para todos.

Se debe tener en cuenta que el conseguir “romper el techo de cristal” no solamente trae consigo satisfacciones, sino que se debe tener plena conciencia y disposición para asumir las responsabilidades que conlleva, las cuales pueden tener múltiples consecuencias y cambios, incluso en lo relacionado con nuestra rutina y vida personal, por lo que debe aceptarse sin excusas y sin caer en un estado de victimización, tratando de igual manera de lograr un equilibrio de vida a través de la disciplina y la organización.

Por último, un consejo muy personal es evitar caer en la frustración, cultivar la virtud de la paciencia y, sobre todo, disfrutar el proceso pues, aunque en ocasiones parezca que se atraviesa por situaciones calificadas como injustas, inesperadas o de estancamiento, lo cierto es que todo es parte del aprendizaje y formación necesarios que te conducirán a donde sea que quieras y decidas llegar.

 

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